El proceso de desaceleración económica parece haberse frenado, o al menos ralentizado

Los últimos indicadores económicos publicados por distintos organismos plantean que la situación de desaceleración que han experimentado las economías española y aragonesa a lo largo de 2019 se ha frenado, o al menos se ha ralentizado, en consonancia con la evolución de la economía.

Los indicadores adelantados dibujan un cuarto trimestre creciendo a ritmos similares a los del tercero, por lo que el crecimiento económico español en 2019 probablemente finalizará en el 2,0%. Nuestra previsión es que la economía aragonesa se situará en el 1,8% en el conjunto del año, muy ligeramente por debajo de la española.

Siguen mostrando signos de desaceleración los indicadores de demanda como las ventas de bienes duraderos y automóviles, el flujo de crédito nuevo y los índices de confianza de familias y empresas.

A pesar de la desaceleración económica, el ritmo de crecimiento se mantiene en parámetros positivos. La evolución más reciente podría indicar un punto de inflexión en la ralentización, produciéndose los dientes de sierra (subidas y bajadas sucesivas) típicos de estas situaciones. Los indicadores de demanda siguen a la baja, especialmente los de confianza.

Una de las variables claves a seguir en los próximos meses es el gasto familiar, determinado por las rentas salariales globales. Tiene dos componentes, el de los salarios, que están al alza, y el del empleo, que está a la baja y que es el principal factor de la capacidad de consumo. Por otra parte, las perspectivas del sector exterior mejoran, tanto por la aparente tregua en la guerra comercial de Estados Unidos y China, como por la mayor seguridad respecto al Brexit, y que este no será abrupto.

El crecimiento económico estará muy condicionado por la evolución de estos dos factores y de su repercusión sobre la economía europea, española y aragonesa. Igualmente, incidirán decisivamente las medidas económicas que plantee el nuevo Gobierno de España, que deberían ir orientadas a apuntalar los signos de mejoría favoreciendo la actividad empresarial y el empleo, con diálogo social y políticas moderadas.

Nuestra previsión de crecimiento para 2020 es de un 1,6% para la economía española y de la misma cuantía para la economía aragonesa.